Planta de Melón Bacir Liso

Planta de melón liso Bacir; disponible en cesta (con 4 plántulas), planta individual en maceta de 10 cm y planta individual injertada (maceta de 14 cm)

Es el más dulce y productivo de todos los melones: el top para horticultores profesionales en el tipo liso o "Tamaris".

Tiene un excelente contenido de azúcar, incluso en suelos menos aptos para melones.

La pulpa, almacenable y firme, se ablanda 3-4 días después de la cosecha. La planta es vigorosa, con una producción duradera. Bacir facilita el "biocultivo", gracias a su resistencia al mildiú, pulgón y fusariosis.

EXPOSICIÓN: Sol / MULTICOLECCIÓN POSIBLE DURANTE LA TEMPORADA / ESPECIE MUY PRODUCTIVA

CÓMO CRECER MEJOR

EXPOSICIÓN: El melón necesita exposición a pleno sol, para producir lo mejor y expresar la más alta calidad en cuanto a contenido de azúcar y aroma.

TEMPERATURA: El melón ama el calor y teme las bajas temperaturas. Tiene un crecimiento óptimo a 24-30° durante el día y 18-20° durante la noche. El mejor nivel de calidad se obtiene con 15-25° en la fase de maduración, mientras que el calor excesivo, con poco rango de temperatura, es un factor limitante para el contenido de azúcar de la fruta. El melón puede tolerar esporádicamente temperaturas superiores a los 40°. La planta ralentiza su crecimiento a 15° y sufre un estrés severo por debajo de 8°; puede morir a 0°, por lo que es imprescindible protegerla con nylon o tnt en los primeros trasplantes.

SUELO: El melón es una planta adaptable a diferentes suelos, prefiriendo los fértiles, ricos en materia orgánica, bien drenados. Le gusta el pH preferentemente entre 6-7. En suelos arcillosos, ricos en potasio, alcanza los más altos niveles de calidad. En la preparación del suelo es importante trabajar en profundidad (30-40 cm), lo que en suelos de textura media y fuertes conviene adelantar al otoño antes del cultivo, con la preparación de parterres elevados que faciliten el drenaje del agua. . Es recomendable esperar 4 años antes de trasplantar el melón a terrenos donde previamente se hayan cultivado cucurbitáceas. Es imprescindible utilizar las plantas injertadas si no es posible respetar el tiempo de rotación correcto.

COSECHA: El melón madura entre 65 y 80 días después del trasplante dependiendo de la variedad y condiciones climáticas. Recoger la fruta en el nivel correcto de madurez es importante para obtener una calidad óptima. Anticipar la vendimia no permite que se complete la acumulación de azúcares, mientras que retrasarla puede desencadenar procesos de fermentación por sobremaduración. Para cosechar en el momento adecuado es importante observar las señales visuales características de cada variedad:

Clásico enredado: los frutos maduros cambian de color de forma más o menos evidente en comparación con los frutos más inmaduros, asumiendo un color que va del verde claro al verde amarillento o amarillo. En las clásicas mallas Magnificenza y Django, el signo inequívoco de la maduración es la presencia de una pequeña fisura alrededor de la unión del pedúnculo.

Enredado sin corte: el color de fondo de la piel de Giorgio se aclara, pasando gradualmente de un verdoso a un amarillo claro (foto 3). Cuando aparece la grieta alrededor del pedúnculo, se debe recolectar el melón.

Melón Charentais: el color de fondo de la fruta madura se aclara, pasando del verde claro al amarillo claro (foto 5). La grieta alrededor del pedúnculo a menudo no está presente.

Suave: al madurar, el color de fondo de la piel de Bacir se aclara, pasando gradualmente del verde grisáceo al amarillo claro (foto 6). Si este cambio de color no es evidente, cuando aparece la fisura alrededor del pedúnculo, se debe recolectar. Se conserva bien después de la cosecha y después de esperar unos días la pulpa cambia de una textura crujiente a una más suave.

Amarillento: cuando está maduro, la piel cambia de amarillo claro a amarillo intenso.

Piel de Sapo verde: cuando madura, la piel verde adquiere reflejos dorados.